miércoles, 16 de enero de 2008

Relación temperatura - ánimo del pez

Es muy interesante ver las diferentes reacciones y ánimo de los peces de estanques a diferentes temperaturas. Esto nos ayudará para ver si está enfermo o solamente su organismo está sobrellevando el frío. La relación entre la temperatura del agua y el comportamiento del pez es evidente con tan solo pocos grados de variación.

Muchos síntomas de enfermedades se confunden con estos ánimos o comportamientos. Hay que diferenciar los peces de agua fría de los peces de aguas templadas y aguas tropicales (aguas calientes).

Las escalas que daremos a continuación serán para peces de aguas frías y peces de aguas templadas. Los peces que requieren aguas tropicales (25C como mínimo) no deben ser introducidos en estanques donde la temperatura baja de los 22C.

La denominación de peces de agua fría se debe a que soportan temperaturas desde 2C hasta los 30C pero no en forma constante. La temperatura ideal para los peces de esta clasificación es de 17C o 18C y en verano por el calor ambiental soportan cómodamente hasta los 26C.

Los peces dentro de la clasificación de aguas templadas, soportan temperaturas desde los 16C hasta los 30C pero no en forma constante. La temperatura ideal para los peces de esta clasificación es de 22C y en verano por el calor ambiental soportan cómodamente hasta los 26C.

Cabe aclarar que los rangos de temperatura varían de a cuerdo a donde fue criado. No son los mismos los rangos de temperatura de un pez criado en Argentina que los rangos de temperatura del pez criado en Ecuador.

Temperaturas menores a los 12C

En temperaturas menores a los 12C el pez de agua fría (carassius y koi, por ejemplo) estará mayormente en el fondo, nadará solo lo necesario para moverse por el estanque. Estará apoyado en plantas altas o en el sustrato o directamente no saldrá de la cueva. La respiración será muy pausada y solo irá hacia la superficie para alimentarse; además, comerá menores porciones. Esto se debe a que a menor temperatura la concentración de oxígeno en agua es mayor, con lo que el pez debe respirar menos para lograr la cantidad deseada de oxígeno.

El comportamiento aletargado se debe a que a menores temperaturas, el metabolismo del pez es más lento con lo que no necesita moverse tanto para subsistir, también no necesita la misma cantidad de comida que cuando el agua es de temperaturas templadas. Además de lo que mencionamos anteriormente, puntualmente con el koi, el comportamiento lento a estas temperaturas es un reflejo natural de supervivencia heredado de sus ancestros: los koi originalmente son de ríos de aguas lentas del este de China (700 años después llevado a Japón) que en invierno las partes superiores se congelan por la falta de movimiento con lo que el koi desarrolló una forma de subsistir con los menos movimientos posibles y consumiendo la menor cantidad de alimento.

Temperaturas entre 12C y 17C

En temperaturas entre los 12C y 17C podremos ver como el pez de agua fría nada en aguas medias y mayormente en aguas bajas. El nado es lento y su respiración es pausada. Su movilidad es tranquila pero continua, se pasa la mayor parte del día nadando. Estas temperaturas son totalmente aptas para estos peces. Veremos que por las mañanas son lentos y en las tardes “recobran” la movilidad. La razón de esto es que la temperatura del agua a la mañana es más fría que a la tarde dado que la luz solar hace elevar la temperatura del agua agregado a la temperatura ambiental.

Temperaturas entre 18C y 22C

En temperaturas entre los 18C y 22C observaremos mayor movilidad al pez de agua fría y comenzaremos a ver con bastante movilidad al pez de agua templada, nadarán mayormente en aguas medias. En el caso del pez de agua fría, desplegará todas sus aletas y a estas temperaturas realiza el cortejo. Veremos como, por ejemplo el koi, nada por el estanque en diferentes velocidades y jugará con los otros peces. Aquí el koi se siente a gusto, a los 18C hay un equilibrio entre temperatura y concentración de oxígeno. Su respiración será normal al igual que sus movimientos. Los colores del koi brillarán más a estas temperaturas, regeneran más rápido las escamas perdidas y aletas estropeadas por peleas u otro motivo. Esta es una temperatura común en los estanques en verano (no constante).

Temperaturas mayores a 23C

En temperaturas mayores a 23C el pez de agua fría estará muy activo, su nado será violento, las respiraciones serán cortas pero repetitivas y lo notaremos agresivo. La concentración de oxígeno es menor con lo que afecta al sistema nervioso del pez por lo tanto, se debe agregar oxígeno al estanque. Estas temperaturas se dan en estanques pequeños sin plantas flotantes que frenan el sol.

Construcción de un hábitat para tortugas bebés

A la hora de pensar en que tipo de hábitat construir para una tortuga "bebé" uno se encuentra con una gran cantidad de dudas: ¿qué sustrato utilizo?, ¿cuán grande debe ser?, en fin... ¿qué debo tener en cuenta a la hora de construirlo? En este articulo intento dar una breve respuesta a todas estas dudas.

Primero y principal, se debe hacer notar que un hábitat estilo "pecera" es totalmente inadecuado para las tortugas y que un hábitat de "techo abierto" es mucho mejor. Es mas, si se toman las precauciones adecuadas, cuanto mas rápido se pueda mantener a la tortuga en el exterior mejor. Una vez dicho esto, podemos continuar:

Como base para el hábitat, utilizo un contenedor plástico (como el que se ve mas abajo). Este mide unos 50cm de largo por 40cm de ancho y 30cm de alto. Luego se le agrega una mezcla de arena y tierra (con mayor proporción de tierra) como sustrato tratando siempre de pasar los 6cm de profundidad. Esto es importante porque le provee a la tortuga de suficiente espacio como para cavar cuando así lo necesite para regular mejor su temperatura.

Es importante tener en cuenta que se debe posicionar una lámpara UV-Calor de aproximadamente 100W a unos 40cm de altura. Esta les proveerá a las tortugas de calor y de rayos UV, que son necesarios para la síntesis de vitamina D (importante en la formación de huesos y del caparazón). Si no se consigue este tipo de lámpara se puede utilizar una combinación de una lámpara común (para el calor) y otra de UV. Básicamente con esto está, pero no debemos olvidarnos de diseñar "escondites" para las tortugas y de brindarles acceso a un recipiente no muy profundo con agua (no queremos que se ahoguen!). Como "escondites" yo uso potes de plástico cortados al medio que, aunque Uds. no lo crean, son bienvenidos por las tortugas.

Es importante hacer notar que este tipo de hábitat es adecuado para ciertas especies de tortugas que viven en condiciones semi-áridas o áridas. Si se quiere adaptar para tortugas tropicales, se deben hacer unos pequeños cambios: el sustrato debe tener una relación tierra/arena de más o menos 70:30 con 2cm de profundidad y debe estar luego cubierto con musgo húmedo; y la humedad debe ser relativamente alta (70%).

martes, 4 de diciembre de 2007

La percepción sensorial de las tortugas

Los quelonios, como gran parte de los reptiles, poseen una avanzada percepción sensorial bien definida por sus cinco sentidos.

Visión

La córnea ocular de las Emydidae (Familia que agrupa varias tortugas semiacuáticas) solo obtienen el enfoque adecuado en un elemento denso como lo es el agua; obteniendo en ella una percepción bidimensional de objetos en movimiento de aceptable nitidez, la suficiente como para advertir la presencia de sus presas y depredadores.

En la superficie, la escasa densidad del aire distorsiona notablemente su visión, la cual se asemeja en cierto modo a la de un miope avanzado, por lo que dependen de otros sentidos para percibir su entorno.

Las Testudinae (Familia que agrupa todas las tortugas terrestres) tienen una vista bastante aceptable, pero precaria en comparación con la de otros reptiles, limitándose a la percepción de objetos en movimiento y a la distinción de tonalidades en su entorno con respetable precisión.

La tortuga marina Dermochelys coriacea es prácticamente ciega en la superficie, al igual que la mayoría de especies de la familia Cheloniidae.

La retina de los ojos de las tortugas (Al igual que la de todos los reptiles), no poseen Conos (Células sensoriales de color, esta región ocular está poblada únicamente con Bastones, células sensoriales de luminosidad), por ello, perciben una longitud de onda incapaz de determinar coloración alguna. Tan solo son sensibles a una amplia gama de tonalidades de luz, pero se estima que nunca por debajo de las 0,8 luminias.

Nota: Las tortugas no ven en colores, tan sólo perciben tonos de luminosidad. Su visión monocroma es bidimensional, es decir, perciben solamente dos dimensiones del espacio: verticalidad y horizontalidad. Por ello, son incapaces de percibir la profundidad del paisaje o entorno que tienen ante sí, por lo cual el cálculo de distancias les resulta imposible, teniendo que depender del olfato para definir la distancia a la que se halla la comida.

Olfato

Las Emydidae (Familia que agrupa varias tortugas semiacuáticas) y la mayoría de tortugas dulceacuícolas poseen un olfato magnífico que persiste bajo el agua; percibiendo hasta 700 matices olfativos según se ha estimado recientemente de forma poco fiable. También se estima que pueden percibir una molécula olfativa por cada 8.000 partículas de agua.

Las Testudinae (Familia que agrupa todas las tortugas terrestres) poseen este sentido algo menos afinado, exceptuando algunas especies de los géneros Chelonoidis y Geochelone y sobre todo las especies selváticas, ya que en este entorno húmedo se expanden en mayor medida las partículas olfativas.

Oído

En las Emydidae (Familia que agrupa varias tortugas semiacuáticas), este sentido sobre tierra firme se limita únicamente a la detección de los sonidos más bajos del espectro sonoro, percibiendo más a menudo los posibles peligros a través de la vibración del suelo que a través de su oído o vista. Esto se debe a que sus gruesos y duros tímpanos solo bajo el agua perciben con precisión las vibraciones sonoras.

En el agua disfrutan de un oído mucho más agudo, percibiendo un mayor espectro sonoro gracias a la perfecta adaptación de sus gruesos tímpanos, que funcionan con eficacia bajo elementos densos. Ello le permite una audición muy precisa a larga distancia, puesto que las ondas sonoras se expanden mejor en este elemento.

Sus oídos están a ambos lados de la cabeza, lo que les permite una audición estereofónica, por lo que pueden determinar con precisión la dirección y distancia de la que procede el sonido percibido.

En el caso de las Testudinae (Familia que agrupa todas las tortugas terrestres), el oído es un sentido casi inexistente, el cual se reduce a los sonidos más bajos de la escala sonora, acondicionado a la percepción de las vibraciones geológicas, delatoras del movimiento de grandes animales a su alrededor.

Gusto

Pocos son los estudios científicos orientados hacia la comprensión de este sentido en los animales, y mucho menos en los quelonios, por lo que apenas sabemos nada acerca de cómo perciben las tortugas el sabor de los alimentos, aunque si hay conciencia de que poseen papilas gustativas en la lengua, por lo que debemos sospechar que perciben los sabores en mayor o menor medida de los alimentos que ingieren.

Tacto

La piel de todas las tortugas está saturada de terminaciones nerviosas, Corpúsculos de Krause, Corpúsculos de Meissner, corpúsculos de Ruffini y Corpúsculos de Vater-Pacini, lo cual nos indica que poseen un sentido del tacto muy desarrollado, aunque desconocemos en que grado de sensibilidad. Su amplia gama de Corpúsculos delatan la percepción del contacto, temperatura, humedad, presión y abrasión que las tortugas poseen.

Es el caparazón, al igual que las uñas la única zona externa que no resulta sensible a los estímulos externos citados, aunque sus vasos sanguíneos, sistema nervioso y estructura ósea si son capaces de percibir el dolor derivado de la fractura, abrasión o lesión de esta zona.

Percepción y Conciencia

Debido a la ausencia de Corteza cerebral, los reptiles, quelonios incluidos, carecen de Córtex, región del lóbulo frontal encargada de la percepción de la conciencia, lo cual indica a los biólogos más radicales que las tortugas no tienen conciencia de su percepción sensorial, y por lo tanto no son conscientes de su propia existencia, actuando como meras máquinas biológicas con reacciones "automáticas" a los estímulos externos.

La conciencia es considerada en muchos casos un sexto sentido, el cual nos hace conocedores del entorno que nos rodea y de nuestra propia existencia; algunos científicos menos tajantes plantean la posibilidad de que los cerebros de los reptiles, pueden presentar un tipo de conciencia elemental, generada por un mecanismo que no ha sido identificado o ha pasado desapercibido, pero este es tema de un arduo y controvertido debate.

viernes, 30 de noviembre de 2007

Datos curiosos de las tortugas

Tortugas terrestres más grandes

Un complejísimo estudio estadístico realizado por la Comunidad científica internacional) demostró que la tortuga terrestre más grande es la Tortuga gigante de las Seychelles (archipiélago volcánico que queda arriba de la isla de Madagascar). Se le conoce también como la tortuga de Aldabra. Su caparazón suele alcanzar los 125 cm. y en ocasiones llega a los 130 cm. superando los 200 Kg. de peso. (Aldabrachelys elephantina, ex Dipsochelys dussumeri)

La Tortuga Gigante o Galápago Gigante con sus 120 cm. de longitud de caparazón es la segunda tortuga terrestre más grande que existe en la actualidad. Habita en las Islas Galápagos. Puede vivir entre 100 y 120 años. La clave está en su gran tamaño, su bajo metabolismo y la falta de depredadores naturales. (Chelonoidis elephantopus, ex Geochelone nigra)

La tortuga más grande

La Tortuga marina Laúd con sus 180 cm. de longitud de caparazón es la especie de tortuga más grande; y con sus 800 Kg. de peso es también la tortuga más pesada. Además la Tortuga Laúd es la tortuga que puede sumergirse a más profundidad. Desciende hasta 1.000 metros. El diseño de su caparazón le permite soportar la inmensa presión protegiendo sus órganos. (Dermochelys coriacea)

La tortuga que puede trepar árboles

La Tortuga de Cabeza Grande que vive en los ríos de montaña asiáticos, es capaz de trepar a los árboles. Su cráneo es enorme, por lo que cual no puede esconder la cabeza en el caparazón. (Platysternum megacephalum)

jueves, 29 de noviembre de 2007

Montando un acuario para Goldfish

Claves para instalar el acuario con éxito

Maduración del tanque: Antes de introducir los animales debemos echar a andar nuestra instalación con todo el equipamiento instalado al objeto de que el pico de nitrógeno que se producirá al introducir los animales se mitigue por la presencia de las bacterias nitrificantes.

Si añadimos bacterias activadoras reduciremos el tiempo de maduración alrededor de la semana lo que sin ellas nos puede llevar aproximadamente un mes. Importante: Las bacterias presentes en el filtro y en el sustrato no dependen en gran medida del tamaño de estos sino de la carga biológica del tanque. Para tener una colonia apropiada es recomendable añadir comida en escamas en pequeñas cantidades como nutriente para las bacterias.

Instalación de los animales: No introducir directamente los peces según llegamos del comercio, es recomendable aclimatarlos a la temperatura del tanque introduciendo la bolsa de transporte en el acuario y dejarla en esa posición durante al menos media hora. Tratar de que el agua de la bolsa no se mezcle con la del acuario. Para ello iremos retirando pequeñas cantidades de agua de la bolsa y la iremos reemplazando por agua del acuario ayudándonos de un baso. No alimentes a los animales el primer día, pueden llegar estresados y el alimento que les ofrecemos puede ser no consumido empeorando las condiciones acuáticas.

Acondicionadores y elementos de tra-za El agua del tanque debe ser neutra o ligeramente ácida. Es decir con Ph 7º o algo inferior. La dureza de la misma será moderada no siendo conveniente ofrecer aguas de dureza de carbonatos superior a 8 o 10 ni inferior a 4º Kh.

Para controlar estos niveles es impres-cindible contar con los medidores adecuados. Las tiras que efectúan múltiples mediciones aunque no son exactas si nos dan una aproximación y para nuestras necesidades se ajustan a la perfección. Estas tiras nos permiti-rán conocer además del Ph y el Kh, el Gh o dureza total, nitrios y nitratos.

Conviene medir el agua del grifo tras dejarla reposar, sino se ajusta a nuestras necesidades necesitaremos acondicionadores para ablandar o endurecer el agua. Antes de introducir el agua del cambio al tanque debemos acondicionarlas con un buen líquido que elimine las cloraminas y posibles metales pesados presentes. Sobra decir que la temperatura del agua de cambio debe ser similar a la retirada.

Los elementos de traza. Los animales toman los nutrientes que necesitan del alimento y de los compuestos disueltos en el agua. Estos compuestos disueltos en pequeñísimas concentraciones se componen de determinados compuestos químicos, vitaminas y aminoácidos. Su uso, su oxidación o precipitación los agotan por ello conviene reponerlos en los cambios de agua. Los resultados que obtenemos de está recomendable práctica son espectaculares.

Por último las dos últimas claves:

No sobrealimentar, Los Goldfish son muy tragones y además de ensuciar el agua con mucha comida podemos crearles problemas de atascos intestinales. Conviene alimentarlos dos o tres veces al día pero en pequeñas cantidades, dejando algún día como ayuno y ofreciendo semanalmente una ración de guisantes troceados al tamaño de su bocas, cocidos y sin piel.

No superpoblar el acuario. Debemos ser razonables y no introducir más animales de los que sea posible mantener. Por experiencia se que cuesta resistirse a comprar esos ejemplares tan bonitos que acabamos de descubrir en nuestro comercio habitual, pero es fundamental que seamos cabales.